Solos y sin control frente al ordenador
El Centre d´Estudi i Prevenció de Conductes Addictives detecta un aumento de padres preocupados por el uso que los menores hacen de Internet
Encerrados en su habitación, calentitos en invierno, frescos en verano, sin peligro de que les atropelle un coche, les ofrezcan drogas o hagan malas amistades. Niños y adolescentes están controlados. Eso es lo que cree buena parte de los padres. «Una falsa sensación de seguridad», afirma Belén Alvite, coordinadora del Centre d´Estudi i Prevenció de Conductes Addictives (Cepca), que asegura que cada vez dan más importancia a los riesgos de las nuevas tecnologías en las actividades destinadas a padres, profesores y a los propios adolescentes.
IBIZA | MARTA TORRES / MAR FERRAGUT «Las nuevas tecnologías forman cada vez una parte más importante de los niños y adolescentes. Todos están en las redes sociales, Twitter, Twenty, Facebook, y hay que tener cuidado», comenta Belén Alvite. La coordinadora del centro señala que en los últimos meses directores de colegios e institutos les han pedido ayuda para controlar y erradicar casos de acoso a través de Internet. «Los insultos salen del aula. Los escolares envían mensajes degradantes a compañeros. Y esto lo estamos viendo en Primaria, en niños de doce o trece años», afirma Alvite, que asegura que los niños y adolescentes tienen la sensación de que «lo que ocurre en Internet es como si no ocurriera». «En la red vale todo, dicen cosas que no se atreverían decirle a la cara a un compañero», indica.
Alvite señala que estos comportamientos son cada vez más habituales y que por ese motivo se ha ido incrementando la importancia que se le da al uso responsable de las nuevas tecnologías en las escuelas de padres que organiza el Cepca. «El problema es que hay una falta de percepción de riesgo. Los padres piensan que los niños están seguros en su habitación. Hay que explicarles que Internet es una ventana abierta al mundo, a todo, a lo bueno y a lo malo», afirma la coordinadora.
´Chat´ y ´webcam´
En este sentido, Alvite narra la comprobación que hicieron desde el centro cuando se enteraron de la existencia del chatroulette, al que se conectaban algunos escolares. «Es un chat con cámara que funciona como una ruleta, nunca sabes con quién vas a conectar, le vas dando al ratón y vas viendo la gente que está conectada, cuando te apetece hablar con alguien, te paras. Hicimos una comprobación desde un ordenador del centro, que no tiene webcam. Le di 27 clics al ratón, casi todos eran hombres, cuatro de ellos estaban masturbándose y otros dos tenían enfocados únicamente los genitales. Y a eso tenían acceso los chavales, que se conectaban sin ningún tipo de supervisión», recalca la coordinadora del Cepca, que asegura que no tiene Internet en casa.
Alvite insiste en que los padres deben tener un control de las páginas que consultan y el uso que hacen sus hijos menores de edad de Internet. «La supervisión es muy importante, aunque cada vez es más complicado porque en la mayoría de las casas no hay un ordenador en la sala, sino que tienen portátiles que van moviendo de un lugar a otro. Además, los padres muchas veces no están en casa cuando los niños están conectados», afirma. Por este motivo, Belén Alvite destaca la necesidad de que los progenitores eduquen a los niños en el uso responsable de la red, de manera que aunque no estén en casa tengan la seguridad de que no va a haber un abuso ni un mal uso de Internet. «Se trata de una cuestión de respeto y de educación en la que los padres deben estar implicados de verdad. No sirve que me digas que intentas inculcar a tu hijo un comportamiento no violento, pero luego desde pequeño le dejes ver dibujos animados que en 20 minutos de capítulo incluyen 50 actos violentos», señala.
Uso y abuso de Internet
Que no controlan Internet, que saben menos que sus hijos o que no pueden controlar las páginas a las que acceden porque se conectan desde cibercafés son algunas de las respuestas que dan los padres cuando se les recuerda su responsabilidad en este tema. «Te dicen lo de los cibercafés, pero el 74,2 por ciento se conectan a Internet en casa», señala apuntando los resultados del último estudio del Cepca, para el que se entrevistó a adolescentes de entre 14 y 18 años. Alvite recuerda que uno de cada diez estudiantes de Secundaria hace un uso abusivo de la Red, es decir, que se conecta más de 25 horas semanales. «Eso quiere decir que se está quitando horas de sueño, de estudio o de estar con la familia», explica la coordinadora, que señala que el 38% de los adolescentes entra alguna vez en páginas para adultos y el 17% muchas veces. Las páginas para mayores de edad más visitadas son las de sexo (67,9% de los chicos y 29,3% de las chicas).
Alvite detalla que la principal preocupación de los padres con Internet es el ciberacoso y la pederastia, por lo que insiste en que deben educar a sus hijos para no dar información personal ni colgar fotografías. «En el colegio te hacen firmar una autorización para poder usar las fotos en la web del centro y luego ellos pueden subir las fotos que quieran a las redes sociales o los fotologs», lamenta. Los juegos en red son otro aspecto que les preocupa, ya que más de uno ha explicado a los responsables del Cepca que sus hijos son incapaces de dejar una partida a medias para ir a cenar. «Por todo esto es necesario continuar con las actuaciones centradas en nuevas tecnologías, así como seguir con la prevención del consumo de drogas, algo en lo que el Consell tiene un especial compromiso», apunta.
Además del material que entregan en las escuelas de padres, la coordinadora del Cepca anima a los progenitores a «formarse y tener más conocimiento» sobre Internet. «Hay una red de telecentros del Consell al que pueden ir para aprender», recuerda. En el caso de los niños recomienda ir educándolos desde pequeños en los contenidos a los que pueden acceder: «Crearles una carpeta de favoritos con sus páginas y que sólo puedan entrar en ésas. Es lo mismo que si vamos a la librería y te pide una revista pornográfica. Tú le dirás que se compre la de princesas». En el caso de los adolescentes, afirma que algo tan sencillo como inhabilitar la webcam evita que cualquiera pueda verlos. También recuerda que hay programas que filtran las páginas a las que pueden acceder. «Tienen que ponerse más las pilas», concluye.
Pocas familias instalan filtros de seguridad
Más de la mitad de los niños de entre seis y 14 años de las islas navegan con total libertad por Internet, sin que sus padres les vigilen. El 87% no tiene ni que pedir permiso para encender el ordenador. Es difícil controlar qué hace un menor en Internet cuando tiene el ordenador en su habitación, y el 30% de los niños de Balears lo tienen en su cuarto. También es difícil controlar a los pequeños cuando navegan en solitario, como suelen hacerlo tres cuartas partes de los críos del archipiélago. Así queda reflejado en un artículo de la Universitat de les Illes Balears (UIB) publicado recientemente. El artículo, para el que se entrevistó a los menores, pone de manifiesto que los padres no se preocupan mucho por el tipo de contenidos a los que puedan estar expuestos sus hijos en la red. De hecho, les preocupa más el tiempo que la información a la que acceden. El estudio, además, constata que la proporción de familias que instalan filtros de seguridad es mínima y que los padres encuentran en Internet un instrumento para controlar a los niños utilizándolo como recompensa o castigo en función de su comportamiento.
Alvite señala que estos comportamientos son cada vez más habituales y que por ese motivo se ha ido incrementando la importancia que se le da al uso responsable de las nuevas tecnologías en las escuelas de padres que organiza el Cepca. «El problema es que hay una falta de percepción de riesgo. Los padres piensan que los niños están seguros en su habitación. Hay que explicarles que Internet es una ventana abierta al mundo, a todo, a lo bueno y a lo malo», afirma la coordinadora.
´Chat´ y ´webcam´
En este sentido, Alvite narra la comprobación que hicieron desde el centro cuando se enteraron de la existencia del chatroulette, al que se conectaban algunos escolares. «Es un chat con cámara que funciona como una ruleta, nunca sabes con quién vas a conectar, le vas dando al ratón y vas viendo la gente que está conectada, cuando te apetece hablar con alguien, te paras. Hicimos una comprobación desde un ordenador del centro, que no tiene webcam. Le di 27 clics al ratón, casi todos eran hombres, cuatro de ellos estaban masturbándose y otros dos tenían enfocados únicamente los genitales. Y a eso tenían acceso los chavales, que se conectaban sin ningún tipo de supervisión», recalca la coordinadora del Cepca, que asegura que no tiene Internet en casa.
Alvite insiste en que los padres deben tener un control de las páginas que consultan y el uso que hacen sus hijos menores de edad de Internet. «La supervisión es muy importante, aunque cada vez es más complicado porque en la mayoría de las casas no hay un ordenador en la sala, sino que tienen portátiles que van moviendo de un lugar a otro. Además, los padres muchas veces no están en casa cuando los niños están conectados», afirma. Por este motivo, Belén Alvite destaca la necesidad de que los progenitores eduquen a los niños en el uso responsable de la red, de manera que aunque no estén en casa tengan la seguridad de que no va a haber un abuso ni un mal uso de Internet. «Se trata de una cuestión de respeto y de educación en la que los padres deben estar implicados de verdad. No sirve que me digas que intentas inculcar a tu hijo un comportamiento no violento, pero luego desde pequeño le dejes ver dibujos animados que en 20 minutos de capítulo incluyen 50 actos violentos», señala.
Uso y abuso de Internet
Que no controlan Internet, que saben menos que sus hijos o que no pueden controlar las páginas a las que acceden porque se conectan desde cibercafés son algunas de las respuestas que dan los padres cuando se les recuerda su responsabilidad en este tema. «Te dicen lo de los cibercafés, pero el 74,2 por ciento se conectan a Internet en casa», señala apuntando los resultados del último estudio del Cepca, para el que se entrevistó a adolescentes de entre 14 y 18 años. Alvite recuerda que uno de cada diez estudiantes de Secundaria hace un uso abusivo de la Red, es decir, que se conecta más de 25 horas semanales. «Eso quiere decir que se está quitando horas de sueño, de estudio o de estar con la familia», explica la coordinadora, que señala que el 38% de los adolescentes entra alguna vez en páginas para adultos y el 17% muchas veces. Las páginas para mayores de edad más visitadas son las de sexo (67,9% de los chicos y 29,3% de las chicas).
Alvite detalla que la principal preocupación de los padres con Internet es el ciberacoso y la pederastia, por lo que insiste en que deben educar a sus hijos para no dar información personal ni colgar fotografías. «En el colegio te hacen firmar una autorización para poder usar las fotos en la web del centro y luego ellos pueden subir las fotos que quieran a las redes sociales o los fotologs», lamenta. Los juegos en red son otro aspecto que les preocupa, ya que más de uno ha explicado a los responsables del Cepca que sus hijos son incapaces de dejar una partida a medias para ir a cenar. «Por todo esto es necesario continuar con las actuaciones centradas en nuevas tecnologías, así como seguir con la prevención del consumo de drogas, algo en lo que el Consell tiene un especial compromiso», apunta.
Además del material que entregan en las escuelas de padres, la coordinadora del Cepca anima a los progenitores a «formarse y tener más conocimiento» sobre Internet. «Hay una red de telecentros del Consell al que pueden ir para aprender», recuerda. En el caso de los niños recomienda ir educándolos desde pequeños en los contenidos a los que pueden acceder: «Crearles una carpeta de favoritos con sus páginas y que sólo puedan entrar en ésas. Es lo mismo que si vamos a la librería y te pide una revista pornográfica. Tú le dirás que se compre la de princesas». En el caso de los adolescentes, afirma que algo tan sencillo como inhabilitar la webcam evita que cualquiera pueda verlos. También recuerda que hay programas que filtran las páginas a las que pueden acceder. «Tienen que ponerse más las pilas», concluye.
Pocas familias instalan filtros de seguridad
Más de la mitad de los niños de entre seis y 14 años de las islas navegan con total libertad por Internet, sin que sus padres les vigilen. El 87% no tiene ni que pedir permiso para encender el ordenador. Es difícil controlar qué hace un menor en Internet cuando tiene el ordenador en su habitación, y el 30% de los niños de Balears lo tienen en su cuarto. También es difícil controlar a los pequeños cuando navegan en solitario, como suelen hacerlo tres cuartas partes de los críos del archipiélago. Así queda reflejado en un artículo de la Universitat de les Illes Balears (UIB) publicado recientemente. El artículo, para el que se entrevistó a los menores, pone de manifiesto que los padres no se preocupan mucho por el tipo de contenidos a los que puedan estar expuestos sus hijos en la red. De hecho, les preocupa más el tiempo que la información a la que acceden. El estudio, además, constata que la proporción de familias que instalan filtros de seguridad es mínima y que los padres encuentran en Internet un instrumento para controlar a los niños utilizándolo como recompensa o castigo en función de su comportamiento.
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